Historia de Sauce

 

Orígenes de la población.

Si retrocediéramos 260 años veríamos que lo que hoy es Sauce era una zona donde había muy pocos habitantes, todavía los campos no tenían dueños particulares y era aventurado y peligroso atreverse a vivir en estas tierras. (en esa época los indios que aún existían, asediaban la campaña)

El reparto de tierras empieza en 1746.
En 1749 el gobierno Español y el cabildo de Montevideo conceden en este paraje a Felipe Pascual Aznar una suerte de estancia de media legua de frente y una y media de fondo, de frente al sur al arroyo Sauce Solo. Felipe Pascual Aznar, soldado español, aragonés, llego con el regimiento de Calabria en 1737 y se caso el 28 de agosto de 1741 con María Rodríguez Camelo. Al fallecer Felipe Pascual Aznar el 10 de enero de 1773 por herencia le corresponden estas tierras a su única hija Francisca Pascual.
Esta sé había casado con Martín José Artigas, miembro del cabildo de Montevideo el 23 de mayo de 1757, teniendo seis hijos, siendo el tercero de ellos José Gervasio Artigas, nuestro prócer, que nació el 19 de junio de 1764.
1772- Según inventario, en esta propiedad existían una casa y dos ranchos, resguardados por un cerco.

1774 – Según el padrón de vecinos de la jurisdicción de Montevideo, hecho por Aldecoa, los vecinos de arroyo Sauce eran: Pedro, Silvestre y Benito Pires y su madre era viuda de Tevares con cinco hijos, Roque Sierra con dos hijos, Jaime Soler, Ritta Sierra viuda de López con cinco hijos y Martín José Artigas con su capataz Santiago Domínguez.
Entre 1780 y 1782 se presume que fue construida la azotea de los Artigas como se le denominaba, sobre el cerresuelo del terreno.
La edificación fue construida con paredes de piedra asentada en mortero pobre, techo con tirantes y alfajías de madera dura, ladrillos, argamasa y recubierta con baldosas de tierra. Muros a su alrededor, puertas de madera dura, herrajes, rejas de hierro, pisos de baldosas de tierra cocidas. Tenia dos piezas y aisladas las de dependencias domesticas José Gervasio Artigas vivió la adolescencia aquí.

1791 -junio 4- En el padrón del partido del sauce levantado por orden del alcalde Vidal, figura viviendo Martín José Artigas, su esposa, tres hijos y siete esclavos.
1806 -noviembre 4- Martín José Artigas residente en el Arroyo Sauce se Hallaba gravemente enfermo, hace testamento nombrado albaceas a sus hijos: Martina y José Gervasio que ya era teniente de blandengues. Fallece aquí entre 1822 y 1824
Don Vicente Ponce de León que es albacea testamentaria de la familia compra en 1836 la estancia en Sauce

Historia y Naturaleza

En Sauce se respira la historia y el aroma atrapante de los viñedos locales.
Localizada a 35 kilómetros de la capital del país por la ruta 6, “La Ciudad del Vino por Excelencia” es también donde se halló el cementerio más grande de animales prehistóricos de Sudamérica. Esa misma zona, donde hoy viven aproximadamente 13 mil habitantes dedicados al comercio, la industria, la producción vitivinícola y granjera, alberga ricos testimonios materiales pertenecientes a protagonistas de decisivas batallas independentistas (Las Piedras) y luchas fraticidas (Guerra Grande).

Su gente y la historia

La Casa de la Cultura es el bastión de recuerdos de sus habitantes. En su museo, integrado al centro cultural y al circuito turístico, se exponen artículos, herramientas, vestimentas y publicaciones de época que otorgan una semblanza sobre la riqueza vital de quienes forjaron la historia de la zona.
El terreno sauceño convoca al interés científico. A tres kilómetros de la ciudad, en las orillas del arroyo Vizcaíno, fue hallado en 1997 el cementerio de animales prehistóricos más grande de Sudamérica.(gliptodonte y lexstodonte) que vivieron en el planeta hace más de 10 mil años.
La conservación y protección de la naturaleza es un objetivo prioritario para los lugareños y una de las excusas fundamentales para visitar Sauce. En un espacio de 13 hectáreas se extiende el parque “José Gervasio Artigas”, uno de los más grandes jardines botánicos del país. La forestación está compuesta por especies comunes y exóticas, algunas de ellas ya extinguidas en otras regiones.

Arte y sabor

El sistema de producción hortifrutícola y la agricultura orgánica se combinan con los innovadores emprendimientos industriales.
En un tambo modelo de la zona, puesto en funcionamiento en 1940, se produjo por primera vez la leche “larga vida”
Una fábrica artesanal -única en su género- elabora desde 1940 cerámicas de todo tipo, incluso perros y gatos de tamaño real.
El aeromodelismo es una práctica tradicional y un espectáculo ineludible. Quienes lleguen a la pista donde se realiza la actividad, disfrutarán del manejo de los aviones, de un espectáculo de danzas tradicionales y de exquisitas comidas.

Excelentes vinos

Sauce, “ciudad del vino por excelencia”, es la zona de mayor producción vitivinícola del País. Por año se procesan 16 millones de kilos de uva. En nueve bodegas sauceñas se concentra 10% del volumen producido a nivel nacional. Algunas de ellas recibieron importantes premios internacionales, como el caso del Tanat Tinto de una de nuestras bodegas. La calidad de los vinos certifican el empeño y amor puestos en su elaboración.
La uva de mesa del Sauce es igualmente reconocida en Europa, especialmente en Italia adonde llega el producto del viñedo de un productor local.

El ayer de Nuestro Hoy

Recordar significa “volver a pasar por el corazón”, recordamos entonces, nuestras raíces, la historia de Sauce, que también es nuestra historia.

La poetisa sauceña, Julieta Ferraz de Gadea nos dice en sus versos: “… el recuerdo es el símbolo sagrado del que mucho adoró con fe sincera… es la música sonora que embelesa con voces y armonías…”
Evoquemos entonces los colores y sonidos que construyeron nuestra historia…
En el año 1749, el Capitán General y el Cabildo de Montevideo concedieron a Felipe Pascual Aznar, abuelo materno del prócer José Artigas, una suerte de estancia, con frente al sur del arroyo Sauce Solo. A su fallecimiento, estas tierras fueron heredadas por su hija, Francisca Pascual.
A mediados del siglo XVIII también tenía estancia en la zona de Sauce, entre otros, Martín José Artigas, padre de José Gervasio. En agosto de 1832, los herederos de Francisca Pascual vendieron las tierras de Sauce Solo, a Vicente Ponce de León. Diez años después fue erigida en el predio de la llamada Azotea de Artigas, la capilla del Sauce, bajo la advocación de la Sacra Familia. Por esta época el distrito de Sauce tenía 4108 habitantes. Sin embargo, el proceso fundacional se inicia en 1851 con la venta de solares.
Lentamente va naciendo este centro urbano “… y los primeros gritos van como dedos torpes recogiendo el silencio que envolvía las cosas…” tal como el amanecer que describe en sus versos, otro de nuestros escritores, León Casas Rodríguez. Y estas tierras, van llenándose con el paso del tiempo, de historia y de leyenda construida por hombres y mujeres de Sauce.
En sus orígenes solo contaba con nueve manzanas y una plaza. Existían casas de negocio, cinco tiendas y seis pulperías. En 1891 fue levantada la Estación ferroviaria. Funcionaba en el centro poblado una escuela del Estado y una particular de niñas. Asistía a la población un médico.
El presbítero Pedro de San Miguel había llegado a Sauce Solo en 1849, la iglesia estaba por desplomarse; pero luego de muchos esfuerzos, en 1868, el templo de Sauce estaba casi terminado.
En 1870 se inició una nueva guerra, en las cercanías de Villa del Sauce, entre las fuerzas del General José Gregorio Suárez y el General Timoteo Aparicio.
En los años sucesivos Sauce fue progresando lentamente, pero recién en el siglo XX fue reconocido como pueblo. En 1925 fue reconstruida la casa primitiva de los Artigas. Cincuenta años después fue declarada monumento histórico.

A comienzos del siglo XX y por muchos años el ferrocarril era el único medio de transporte. La vida social se inicia después de 1915, con la fundación del club “Vida Nueva”; por la misma época surge el “Deportivo Artigas” y años después el club social “19 de Junio”. Ese mismo año se suceden hechos trascendentes para nuestra comarca… él primer aterrizaje de un avión en Sauce y la llegada del primer automóvil. Más adelante, en 1918, se inaugura el primer cine. El ómnibus llega recién el 1926.
La Escuela 109 fue fundada en 1865 y la escuela “Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en el año 1939, con cuatro religiosas y 95 alumnos. El Liceo de Enseñanza Secundaria surgió gracias a la acción entusiasta, de una comisión integrada por prestigiosos vecinos de la localidad. Fue fundado en 1953 y se oficializó en 1957. UTU en 1984 y el Jardín Nº 247 en 1988, Casa de la Cultura en 1995 y la reapertura del Liceo Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
La zona siempre se caracterizó por la explotación agrícola, primero trigo y maíz, luego plantaciones de vid que llevó al desarrollo de la fruticultura. No obstante, también se explotó la ganadería. La ocupación de la zona urbana estaba representada por la actividad comercial, que ha ido transformándose con el correr del tiempo…
Muchos son los recuerdos que vienen a nuestra mente, muchas las vivencias, los relatos legendarios, las anécdotas de tantos hombres y mujeres que con su esfuerzo y sus ilusiones nos legaron lo que hoy es nuestra tierra.
“La unión da la calma, la unión da la fuerza
El querer es vida, el amor es cielo…”
Expresaba poéticamente Julieta Ferraz, y es quizás éste el mensaje que podemos dejar a quienes continuarán construyendo la historia de este pequeño – gran lugar en el mundo, nuestro lugar: Sauce.