El 29 de diciembre de 1839, en las inmediaciones del arroyo Cagancha, en el actual departamento de San José, se libró uno de los enfrentamientos más relevantes de la Guerra Grande. La Batalla de Cagancha marcó un momento decisivo en la disputa política y militar del Uruguay del siglo XIX, con impacto regional en el Río de la Plata.
Contexto histórico del enfrentamiento
Tras renunciar a la presidencia en 1838, Manuel Oribe se exilió en Buenos Aires, desde donde regresó con el apoyo del gobernador argentino Juan Manuel de Rosas. Su objetivo era recuperar el control de Montevideo, entonces bajo el mando de Fructuoso Rivera. La batalla expresó el choque entre dos proyectos políticos profundamente enfrentados y anticipó un conflicto prolongado.
Fuerzas enfrentadas y desarrollo de la batalla
Las tropas de Oribe, junto a aliados federales argentinos, estuvieron comandadas por el general Pascual Echagüe y contaban con una superioridad numérica estimada en unos 7.000 hombres. En contraste, el ejército de Rivera reunía aproximadamente 4.000 efectivos, integrados por fuerzas coloradas y unitarios argentinos exiliados.
Pese a la desventaja, la estrategia de Rivera fue determinante. El terreno ondulado favoreció las maniobras de caballería, mientras que la infantería sostuvo el ataque inicial de las fuerzas entrerrianas. Tras varias horas de combate intenso, las tropas de Echagüe se retiraron en desorden hacia el río Uruguay, dejando numerosas bajas y material militar.
Consecuencias históricas de Cagancha
La victoria de Rivera en Cagancha consolidó momentáneamente su posición política y retrasó por varios años el sitio de Montevideo. Asimismo, fortaleció la imagen del gobierno de la Defensa ante las potencias europeas, en un contexto de creciente intervención extranjera en el Río de la Plata. En la actualidad, el lugar del combate es Monumento Histórico Nacional y constituye un hito central de la historia militar y política uruguaya.
Desde una perspectiva histórica, la Batalla de Cagancha se inscribe en un contexto político distinto al del ideario artiguista. Para 1839, José Artigas llevaba casi veinte años en el exilio y su proyecto federal había sido desplazado por una lógica estatal y partidaria. Las fuerzas en combate respondían a intereses propios de la Guerra Grande, alejados del programa revolucionario y federal que caracterizó la etapa artiguista.
Curiosidades
Plaza Cagancha y Plaza Libertad son el mismo lugar.
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Nombre histórico y oficial: Plaza Cagancha
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Nombre simbólico y más usado hoy: Plaza Libertad
Ambos nombres conviven y son correctos.
La escultura que se ve en la plaza es la Estatua de la Libertad, inaugurada en 1867, anterior incluso a la famosa Estatua de la Libertad de Nueva York (1886).
