Los filtros de agua domésticos pueden reducir el contenido de sodio en el agua en cierta medida, dependiendo del tipo de filtro que se utilice.
Los filtros de carbón activado son eficaces para reducir el sabor y el olor a cloro, así como para reducir la cantidad de algunos contaminantes orgánicos, como los pesticidas.
Sin embargo, no son muy eficaces para reducir el contenido de sodio.
Por otro lado, los filtros de ósmosis inversa son más efectivos para eliminar el sodio del agua, ya que utilizan una membrana semipermeable para separar las moléculas de agua de las impurezas y el sodio. Los filtros cerámicos y de fieltro también pueden reducir el sodio en cierta medida, pero no son tan efectivos como los filtros de ósmosis inversa.
Es importante tener en cuenta que la reducción del sodio en el agua puede depender de la cantidad de sodio presente en el agua de origen. Si el agua de origen tiene un alto contenido de sodio, es posible que ningún filtro de agua doméstico sea capaz de reducirlo significativamente. En esos casos, puede ser necesario considerar otras opciones, como la desalinización o la utilización de agua embotellada baja en sodio.