El agua de lluvia es una fuente natural y gratuita que puede ser aprovechada en diversas actividades, incluido el consumo humano.
Sin embargo, antes de utilizarla para beber o cocinar, es importante tener en cuenta algunos factores y precauciones.
En primer lugar, es fundamental comprender que la calidad del agua de lluvia puede diferir dependiendo de varios factores, como la ubicación geográfica, la contaminación ambiental y la presencia de materiales tóxicos en los techos, canaletas o recipientes recolectores así como la higiene de los mismos.
Para asegurar la aptitud del agua de lluvia para el consumo humano, se recomienda implementar sistemas de recolección adecuados, comenzar la recolección luego de 10 o 15 minutos de comenzadas las precipitaciones.
Realizar un proceso de filtración y purificación antes de su consumo, lo ideal implica utilizar sistemas de filtración y desinfección apropiados, como filtros de carbón activado, cloración o tratamiento con luz ultravioleta.
Es importante destacar que, aunque la recolección de agua de lluvia sea segura y apta para el consumo humano, esta debe complementarse con una adecuada gestión del recurso hídrico en general. No se recomienda depender exclusivamente del agua de lluvia como fuente de suministro para el consumo diario, especialmente en áreas con una disponibilidad limitada de precipitaciones.
El agua de lluvia puede ser apta para el consumo humano si se toman las precauciones necesarias. La recolección adecuada, el uso de sistemas de filtración y purificación, y una gestión responsable del recurso son clave para garantizar la seguridad y la calidad del agua de lluvia utilizada en el consumo humano.
En resumen, en Uruguay es seguro recolectar agua de lluvia para el consumo luego de 10 a 15 min de comenzadas las precipitaciones, teniendo seguridad que los medios para la recolección no están contaminados (techos y canaletas de asbesto, libres de heces de animales, libre de pinturas a base plomo, etc.) y aplicar proceso básico de cloración, 2 a 4 gotas de hipoclorito de sodio al 5% (agua jane, lavandina) por cada litro de agua .
Si tienes acceso a agua potable segura, es preferible utilizar esa fuente en lugar de tratar el agua de manera casera. En caso de dudas o si requieres un tratamiento más específico, es recomendable consultar con expertos en salud pública o autoridades locales.